Nace una empresa circular
“Nos gustan los problemas”, así responde Sebastián Rosenfeld, uno de los fundadores, cuando se le pregunta sobre el origen de NairoTech, una empresa dedicada a la investigación y el desarrollo de soluciones de nanotecnología, que innova en los materiales y mejora los productos de consumo masivo en diferentes campos de la industria.
El problema que dio origen a Nairoby, la primera unidad de negocios lanzada por el equipo emprendedor, fueron los residuos generados por la práctica de uno de sus deportes favoritos: el snowboard. La respuesta desarrollada fue un nuevo compuesto con micro y nano aditivos que permitió el desarrollo de una tabla con material 100% reciclable, cubriendo las necesidades de los deportistas y del planeta. “Las personas como centro de las soluciones” es la filosofía de una empresa que nació buscando transformar la industria del equipamiento deportivo a nivel global, proponiendo un modelo circular de producción.
La empresa fue distinguida por la Red Circular Economy CE100 de la Fundación Ellen McArthur, dentro de la categoría Innovadores Emergentes, por su modelo de negocios y procesos de producción basado en economía circular. Los equipamientos de Nairoby no generan residuos, aprovechando el 100% del material del equipamiento que llega al final de su vida útil, para la construcción de uno nuevo, con la misma calidad y funcionalidades.
El suceso menos pensado y una respuesta de base tecnológica
La pandemia global desatada por el COVID-19 cambió el escenario mundial de manera rápida e inesperada. Dentro de las industrias más afectadas, se encuentran aquellas asociadas al deporte, como Nairoby. El equipo de trabajo no se detuvo, sino que comenzaron a actuar para responder a las problemáticas que plantea el nuevo escenario.
La filosofía es la misma, pero ahora hay que dar respuesta a problemas relacionados con la salud. Nairotech decide poner su tecnología al servicio de las personas nuevamente, dando origen a NairoCare. Esta unidad de negocios, desarra nanocompuestos que reducen el tiempo de permanencia de microorganismos sobre superficies, como virus, bacterias y hongos, entre ellos, el COVID-19.
La novedad es que el material se puede aplicar a los productos cotidianos sin que pierdan sus propiedades originales, creando una oportunidad para proteger objetos y crear espacios más seguros en ambientes de circulación masiva de personas. Las diferentes nanopartículas pueden ser utilizadas como aditivo en múltiples productos, tales como textiles, artículos de limpieza, pellets de polietileno, pinturas y plásticos. De esta manera, su aplicabilidad puede trasladarse a suavizantes de ropa, lustramuebles, juguetes, muebles de jardín, manteles, uniformes, guardapolvos y una infinidad de productos cotidianos.
El secreto del éxito: las personas
Conversando con el equipo de NairoTech, una de las preguntas que surge es ¿cómo transforman un escenario negativo en una oportunidad? Si bien se reconoce en la empresa un ADN innovador distintivo, la realidad es que muchas empresas de características similares no han logrado adaptarse y muchas otras han cerrado sus puertas. La respuesta de Sebastian Rosenfeld y Rosario Enseñat, Gerente de Marketing y Desarrollo de Productos de NairoTech es simple: el equipo.
Ambos, plantean la respuesta como algo natural de cualquier institución, sin embargo este equipo de trabajo se destaca en su mindset y cultura de Networking. En palabras de Sebastián: “Somos un equipo que resuelve problemas, la tecnología es para nosotros una herramienta. Es la mirada de todos los integrantes la que nos permite hacernos mejores preguntas, que derivan en identificar los problemas reales y urgentes, a partir de los cuales ofrecer una solución en base al conocimiento y la tecnología que desarrollamos”. A este mindset propio, NairoTech le suma el valor del ecosistema interno y externo de la empresa. NairoTech afirma que las alianzas estratégicas con instituciones del ecosistema emprendedor, permiten acelerar los desarrollos y llevar las soluciones al mercado.
Hoy, NairoTech sigue desarrollando sus unidades de negocios, ofreciendo respuestas disruptivas en base a la nanotecnología aplicada al desarrollo de materiales. Su potencial es tan grande como los problemas que decidan encarar como equipo. En este sentido, Sebastian afirma: “Buscamos siempre hacer buenas preguntas para encontrar mejores problemas, poniendo a las personas como centro y utilizando a la ciencia como herramienta para la solución”.