Esta historia comienza con un equipo de investigadores que propuso una idea innovadora con gran potencial para transformar la vida de millones de personas, y decide emprender. BioSynaptica nace formalmente como una empresa de base científico-tecnológica en el año 2020. Sin embargo, cuando el equipo fundador nos cuenta su historia, se remontan al año 2013, cuando un grupo de investigadores del Centro Biotecnológico del Litoral inicia un proyecto de investigación buscando alternativas para mejorar la calidad de vida de personas que padecen enfermedades neurodegenerativas.
“Nacimos en el seno de la Universidad” nos dice la Dra. Milagros Bürgi, una de las socias fundadoras. Y con gran orgullo, este equipo de investigadores liderado por el Dr. Marcos Oggero Eberhardt comenzó un recorrido de años de investigación. Los resultados positivos los inspiran a seguir adelante, patentando su invención y planteándose nuevos objetivos.
En este contexto en el año 2020 nace Biosynaptica, de la mano de cuatro socios co-fundadores: la Dra. Milagros Bürgi, el Dr. Marcos Oggero-Eberhardt, el Dr. Matías Depetris y el Dr. Ricardo Kratje. Ricardo nos cuenta que la empresa se creó “en plena pandemia, para aprovechar los resultados positivos y darle una oportunidad a esta invención de convertirse en una opción de tratamiento para personas que padecen este tipo de enfermedades”.
Con una misión clara y apoyados en descubrimientos científicos, comienzan el desarrollo de un biofármaco para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Estas enfermedades son trastornos que se caracterizan por un deterioro progresivo de la función motora y/o cognitiva provocado por una pérdida selectiva de neuronas dentro del Sistema Nervioso Central (Alzheimer, Parkinson, entre otras). A pesar de que afecta a millones de personas en todo el mundo, y su incremento ha sido significativo, aún no existe un tratamiento efectivo que permita prevenirlas o curarlas.
Para dar respuesta a este importante desafío, BioSynaptica trabaja en el desarrollo de un biofármaco innovador, basado en eritropoyetina humana (hEPO), un bioterapéutico que produce y mantiene glóbulos rojos en circulación, y también presenta actividad neuroprotectora y neuroplástica. En palabras de Milagros, esta molécula permite “la producción de nuevas conexiones entre neuronas, es decir nuevas sinapsis, mejorando la plasticidad neuronal, y a su vez, contrarrestar y/o prevenir la neuroinflamación y la neurodegeneración, que son procesos comunes en estas patologías”.
La ciencia como respaldo, la transferencia como herramienta
El equipo de Biosynaptica resalta que su trabajo no sólo se basa en los resultados de su propia investigación, sino en desarrollos a nivel global de investigaciones básicas y aplicadas. En este sentido, la eritropoyetina humana (hEPO) no es una elección azarosa. Esta molécula es ampliamente utilizada para el tratamiento de anemias, dado que es la encargada de la producción y mantenimiento de los glóbulos rojos en circulación (eritropoyesis). No obstante, al emplearse como neurofármaco en pacientes que no padecen anemias, la molécula como tal presentaba inconvenientes relacionados con la aparición de efectos secundarios.
BioSynaptica logró modificar la molécula de hEPO, anulando su efecto indeseado y preservando su capacidad neuroprotectora y neuroplástica, mejorando de esta manera sus propiedades como candidato terapéutico para el tratamiento de enfermedades crónicas. Estos resultados positivos les permiten comenzar estudios en enfermedades neurodegenerativas para probar su eficacia en el tratamiento de las mismas.
Aprovechando la experiencia del equipo de BioSynaptica en el estudio de moléculas que puedan tener un rol relevante en la salud humana y en el desarrollo de fármacos, la eritropoyetina se identificó como una gran oportunidad. “Conociendo las bondades de su implementación y su potencialidad como medicamento, vimos la posibilidad de sumar una característica a la molécula que la direcciona hacia el objetivo de poder utilizarla en este tipo de enfermedades”, nos cuenta el Dr. Marcos Oggero Eberhardt.
En la actualidad, la empresa trabaja en estudios para enfermedades como esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y esquizofrenia crónica, aprovechando también su experiencia en transferencia tecnológica. En palabras del Dr. Ricardo Kratje: “Funcionamos desde el comienzo como una unidad de transferencia tecnológica, y entendemos la importancia de los resultados y de su protección para luego poder impulsar ese conocimiento y llevarlo a productos y servicios”.
En este punto, el equipo acuerda que su entendimiento de la importancia de llevar adelante proyectos de ciencia aplicada que desarrollen soluciones a desafíos de la comunidad, es parte de su ADN y encuentra sus raíces en la Universidad Nacional del Litoral. Esta visión la materializan poniendo en valor a la ciencia básica y sus conocimientos, traduciéndose en proyectos de ciencia aplicada y transfiriendo la tecnología hacia la EBT para lograr llevar la solución a todas las personas que sufren estas enfermedades.
La importancia de trabajar desde lo humano
“Estamos probando en un estado inicial, en el cual definimos prioridades de enfermedades y avanzamos con estudios preliminares”. Con estas palabras del Dr. Matías Depetris, comenzamos a hablar del lado humano que rodea a toda la empresa y a sus miembros: las esperanzas y expectativas de los pacientes. El simple hecho de que se conozca una posibilidad de tratamiento o cura de enfermedades que hoy desafían a tantas personas y sus familias, crea para BioSynaptica una responsabilidad de comunicar con transparencia las distintas etapas del estudio y lo que se puede esperar de ellas.
En este sentido, Ricardo explica: “trabajar con las esperanzas de los pacientes requiere una enorme responsabilidad, y somos conscientes de ello. Tenemos confianza sobre nuestro trabajo y en el conocimiento y los resultados obtenidos hasta el momento, pero siempre siendo conscientes y honestos con los procesos de desarrollo de medicamentos que tienen sus tiempos”. En este sentido, la empresa se encuentra validando los resultados positivos en las pruebas in vitro para cada enfermedad, esperando obtener resultados alentadores. De este proceso a la obtención de un fármaco para consumo de los pacientes, pueden pasar de seis a ocho años, en los escenarios más positivos.
Finalmente, cuando preguntamos al equipo sobre lo que se viene para la empresa, la respuesta es clara: “continuar trabajando para mejorar la calidad de vida de millones de personas que se enfrentan a los desafíos de las enfermedades neurodegenerativas”. La ciencia al servicio de la salud es un principio fundamental para comprender la misión de Biosynaptica y las proyecciones de esta empresa que busca impactar positivamente la salud y la vida de personas en todo el mundo.